Por suerte volvió Larrionda, un árbitro que nos trae buena suerte, con él en la cancha es muy difícil que podamos perder.
No es que haya nada oscuro, nada que ver, simplemente es una casualidad, con él nos va bien.

Si hay errores, son errores que cometería cualquier ser humano, que no nos cobre un segundo penal en contra cuando nuestro defensa "ataja" la pelota con las dos manos es fruto del azar, nada más.
Que el tercer gol nuestro comience en una falta que no cobró y nos permitió agarrar a toda la defensa rival desacomodada es también una casualidad.

Lo único tangible, real, es que con Larrionda quiere el azar que nos vaya bastante bien, no podemos pedir más.
Ojalá sigan estas casualidades, y ojalá nos arbitre muchos partidos más.

Ganamos nuestro primer partido, y eso pone el cuello de nuestro técnico el Muñeco Gallinardo (que ya peligraba) a salvo, por lo menos por un par de fechas.