La hinchada gallina, como no puede jactarse de ser campeón, ni de haber ganado más cosas que Peñarol, suele llenarse la boca con que Nacional tiene cancha, con que el Pequeño Parque Central esto y aquello.
Sin embargo, cuando llega el momento de usarlo contra Peñarol, prefiere usar el Estadio Centenario.
Esto es por un lado por temor a la hinchada aurinegra, a la que provocan pero luego tienen miedo, y por otro a que para ser francos, por mucha bulla que se haga, el Parque Central es una cancha chica, que queda bien para la hinchada tricolor, pero que es minúscula a la hora de albergar a la hinchada de Peñarol.

Lo que ocurre luego es que la hinchada de Peñarol es aplastantemente superior, y las gallinas aún actuando de locatarios, son visitantes.
Para que esto no ocurra, debería jugarse en otro país, aunque sospecho que aún así los hinchas del carbonero llegarían por miles y superarían a los pocos bolsos.

Por esta razón es que Nacional decidió vender las entradas de la tribuna Olímpica sólo a sus hinchas, y quitarle 2500 entradas a la Amsterdam para hacer un pulmón de seguridad contra la Olímpica.

Lo curioso de esto es que Nacional obviamente no va a llenar la Olímpica, como sí lo hace Peñarol.
Cabe preguntarse entonces, si fuera por motivos de seguridad, por qué el pulmón no se hace en la semivacía Olímpica, en vez de quitarle capacidad a la Amsterdam ?
La respuesta es sencilla, a Nacional no le preocupa la seguridad, sino que se trata de una chicana para intentar equilibrar el peso de las dos parcialidades, y por una vez en la vida intentar ser más.

No sería de extrañarse que de aquí en adelante los hinchas de la gallina usen las fotos del próximo domingo para decir que ellos eran más, aunque como siempre olvidarán contar la otra mitad de la historia, que es que decidieron no venderle más que unas pocas entradas a Peñarol para intentar ganar de la única forma en que saben hacerlo, en los escritorios.