Juan Ramón Carrasco anunció oficialmente que deja de ser el director técnico de los plumíferos del Parque Central.
Se retira siendo campeón uruguayo, pero aún así sin el apoyo de la hinchada, ni de la dirigencia, y con una mala relación con el plantel.

Si bien los resultados no parecen malos en la estadística, a la interna tricolor se ha hecho un balance de lo obtenido.

Si bien se ganó el campeonato esto ocurrió contra un cuadro chico que además perdió para este torneo a todas sus figuras importantes (De Souza, Mora, Ariosa, Amado, todos titulares). O sea que ganar era una obligación, más que una hazaña.
Además finalmente ocurrió en un partido espantoso, y con un gol de casualidad en una pelota quieta que rebotó, se desvió, y se metió, en casi la única jugada en ofensiva del partido.

Se ganó únicamente un clásico, y exclusivamente gracias a los fallos arbitrales que convalidaron un gol en posición adelantada. De esa manera además se logró dejar por el camino al clásico rival, que peleaba en dos frentes y al ser dejado atrás de esta forma se dedicó exclusivamente a lo internacional.

El famoso y promocionadísimo "tiki tiki" nunca se vió. El juego mostrado nunca llegó a convencer a nadie, y se compraron jugadores que apenas pisaron las canchas.

Se quería apostar a salir bien ubicado en la Copa Libertadores, y una vez más el papel que se hizo fue tristísimo.
Hasta hoy se habla de que si se hubiera dado otro resultado en los partidos de los demás la historia habría sido diferente.
No se puede apelar exclusivamente al azar y los resulados de los rivales entre sí.
Para colmo de males Peñarol, del que tanto hablamos socarronamente de que no iba a la copa durante 7 años, apenas fue nos tapó la boca llegando hasta la final, haciendo más evidente nuestro fracaso en la Copa.

Estos hechos no hacen más que empequeñecer lo logrado, cuando tras un breve análisis se hace evidente que en el fondo hubo mucho humo, muchas declaraciones rimbombantes, mucho histrionismo frente a las cámaras, pero poca sustancia.

El gran JR que iba a revolucionar el fútbol uruguayo se va así, sin pena ni gloria, sin casi poder festejar un campeonatito que todo el mundo sabe que vale apenas para la estadística, que si bien sigue siendo desfavorable, ayuda a acercarse a Peñarol, hasta ahora el mejor a todas luces.