Otra vez locatarios, y como no nos animamos a llevar a nuestro padre al Garque Central, hacemos de locales en el estadio. Después bobeamos con que no tienen cancha, pero nosotros tenemos y no nos animamos a usarla.

Como cuadrito de niños bien que supimos ser desde nuestro origen, donde las estrellas no son los jugadores, sino los abogados del club, no nos queremos juntar con el populacho.
Por eso cada vez que somos locales tratamos de no mezclarnos.

Así, la Olímpica es sólo para nosotros, para que podamos ver el partido sin miedo.
Nunca la llenamos, pero no importa, todo sea por tenerlos lejos.
Porque cuando ellos están lejos... tenemos más aguante.