Ayer fue el día de la madre, y también el día en que se jugó el clásico del Clausura.
Como ya es sabido Peñarol ganó por paliza, 4 a 2 con un gol de Pacheco, dos del Pollo Olivera, y uno de Carlos Bueno.

Como es habitual los jugadores tricolores no pudieron con la presión, y terminaron perdiendo los estribos ante la absoluta supremacía aurinegra dentro y fuera del terreno.

Terminaron siendo menos en número dentro de la cancha, porque 3 jugadores prefirieron hacerse expulsar que enfrentar el mal momento como hombres.
Fuera de la cancha la superioridad fue aún más clara, 3 tribunas de Peñarol, y una raleada Colombes para los del Parque.

Para hacer la humillación completa, en la Amsterdam pudo verse una gallina inflable enorme, que recorrió toda la tribuna, ante las carcajadas de los aurinegros, y el silencio total de la tribuna tricolor.

Un clásico que quedará para la historia como el "Clásico de la Gallina".