Robo y papelón



Fiel a su historia, el Club Nacional de Football debutó en la Copa Libertadores haciendo el ridículo y siendo ayudado por los jueces, en una muestra más de la ya archifamosa Cultura Nacional.

Aterrorizados por el Barcelona de Ecuador, quizás en parte porque los ecuatorianos utilizaron los temidos colores amarillo y negro, las gallinas del parque fueron superadas en todos los aspectos, y solo lograron rescatar un punto gracias a que el árbitro chileno Enrique Osses les dejó golpear a sus rivales a gusto, dejó jugar a Lembo con dos amarillas sin hacerle salir del campo, y no cobró un clarísimo penal en la hora a favor del Barcelona, que habría significado además la expulsión de Damonte.

Fieles a su historia de ganar con argumentos extradeportivos, los trico rescatan un punto de locales ayudados por el árbitro, una verguenza a la que estamos habituados con las gallinas, desgraciadamente.



Nacional de Montevideo

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